Con el trabajo se quiere dar vida a un entorno que posee la belleza singular de los campos arados de tierras rojas, la arboleda de chopos junto a las huertas, el agua que brota de la fuente “Piejosa”... y tras el paso de los años ha quedado semiabandonado y lo hace reviviendo una de las actividades que alli se ejercían, la cocción cerámica, en plena naturaleza, gracias al tejar que se encontraba en este lugar. La idea principal es la de realizar una “intervención artesanal” en el paisaje, con un trabajo que combina la tierra, el agua, y el fuego, recursos naturales del lugar, construyendo un horno de adobes, construcción tipica local, recuperando el oficio de ladrillero para fabricar baldosas y posteriormente cocerlas en el horno y utilizarlas para realizarun mosaico en el suelo, con forma de laberinto, que quedará en el lugar a modo de “suelo cocido”, ya que las baldosas seran del barro de la misma zona. El horno sera un elemento escultórico en el paisaje que perdurará en el tiempo y que se podrá utilizar para posteriores hornadas.